ROMA

Es la capital de Italia y de la región del Lacio. Está situada a orillas del río Tíber con 27 puentes y rodeada de siete colinas. Se encuentra a 267 Km. de Florencia y está considerada como la "Ciudad Eterna". A sus habitantes se les denomina Romanos.

Originariamente se llamaba Ruma, que quiere decir "Ciudad junto al río", puesto que el río se llamaba Rumón, que en etrusco significaba "Curso o corriente de agua". Se fundó en el año 753 a.C. y la leyenda cuenta que a la caída de Troya, un grupo de troyanos capitaneados por Eneas recalaron a orillas del Lacio. Eneas se casó con la hija del rey etrusco y tuvo varios hijos. La madre abandonó abandonó a dos de sus hijos gemelos "Rómulo y Remo", en una cuna junto a la orilla del río. La historia cuenta que el llanto de los gemelos llamó la atención de una loba que los amamantó hasta la llegada de unos pastores. En plena juventud, ambos hermanos decidieron fundar una ciudad, convirtiéndose Rómulo en el primer rey de Roma.

Un paseo por Roma es un viaje al pasado, donde podemos conocer de primera mano las reliquias heredadas de sus diferentes épocas de máximo esplendor: el foro, el Coliseo, el panteón de Agripa, el arco de Constantino, el castillo Sant´Angelo, la plaza de España, la fontana di Trevi o la basílica de San Pedro de Vaticano. El hecho de que el pequeño Estado del Vaticano se encuentre dentro de la ciudad de Roma ha provocado que esta también sea conocida como la capital de dos Estados, este último considerado como el corazón de la iglesia católica. 

Roma goza de una gran herencia cultural y artística de autores de renombre del Renacimiento como Miguel Ángel, quien dejó en la Capilla Sixtina algunos de los frescos más valorados y populares del mundo. También importantes esculturas como La Piedad, situada en la basílica de San Pedro; o El Moisés, en San Pietro in Vincoli. Otros artistas renacentistas que dejaron su huella en la capital italiana son Rafael, Bernini, Caravaggio o Boticelli. Roma es una exposición de arte al aire libre donde se fusionan diferentes épocas que perviven eternamente. 

Roma tampoco se puede visitar en un día. La ciudad parece la sala de exposiciones de un enorme museo al aire libre, un collage en la vida real de piazzas, mercados exteriores e impresionantes enclaves históricos. Echa una moneda en la Fontana di Trevi, déjate impresionar por el Coliseo (Colosseo) y el Panteón, y recarga las pilas con un cappuccino para disfrutar de una tarde de compras en Campo de' Fiori o Via Veneto. Híncale el diente a un plato de pasta fresca, unas suculentas alcachofas fritas o un tierno estofado de rabo de buey; será una de las mejores comidas de tu vida.




Estas son algunas de las cosas que aprendimos de la Antigua Roma con Santiago Posteguillo.                                           (Por Margarita Lázaro)



1. Donde hoy está la plaza Navona estuvo ubicado unos de los cinco circos de la Roma imperial: el Circo Domiciano. En el interior del edificio del Cervantes se pueden ver algunos restos.

2. Otro de esos circos estaba en la plaza De San Pedro del Vaticano: el circo de Nerón. “Prácticamente donde hoy hay una explanada grande hubo un circo”, explica Posteguillo. 
3. Esos circos contaban con un obelisco en el centro, donde giraban las cuadrigas, aunque el de la plaza de San Pedro no estaba en su ubicación actual. El papa Sixto VI lo mandó cambiar de lugar.
4. El obelisco de San Pedro y la cúpula del Panteón son los dos únicas construcciones clásicas que han resistido a los terremotos vividos en la ciudad.
5. Se cree que en lo alto de ese obelisco había una bola de bronce donde estaban los restos del emperador Julio César. Esa bola, que se perdió, fue sustituida por una cruz para cristianizar la plaza.
6. Se perdieron los restos de Julio César y también de todos los emperadores romanos. “Trajano estaba enterrado al pie de la columna de Trajano pero en alguna de las invasiones de Roma, con tantos saqueos y expolio, lo más probable es que también se perdieran”. Pura lógica: estarían en un cofre de oro que los bárbaros vaciarían y se llevarían como botín. 
7. El Circo Massimo era como el Bernabéu o el Nou Camp de la época, en el palco se cerraban muchos negocios.
8. La película Ben-Hur, inspirada en la novela de Lewis Wallace, es un buen ejemplo de cómo eran estas carreras de cuadrigas. “La mentira de la película es que se sitúa la carrera en Jerusalén, y a día de hoy no se ha encontrado ningún circuito de esas dimensiones allí”, aclara el autor.
9. El auriga más famoso de la historia era español, de Emérita Augusta (Mérida). Hay un libro sobre su vida: El auriga de Hispania, de Jesús Maeso.
10. Ser auriga en el Circo Massimo era como jugar en un equipo de Champions, aquí era donde más dinero podía llegar a ganarse.
11. Durante las carreras había apuestas ilegales. Se movían cantidades ingentes de dinero, e incluso algún hombre llegó a apostarse a sí mismo y perder la libertad.
12. Los circos eran esos espacios para el recreo, como lo eran también las termas, que los emperadores construían para congraciarse con el pueblo. 
13. Era todo un regalo porque en Roma el agua era salud (Salus per Aquam) y precisamente de ahí viene la palabra SPA.
14. Hasta el año 212 d.C, había dos termas en Roma: de Tito y de Trajano. Ese año empezaron a construirse las de Caracalla. Las mandó construir el hijo mayor de Julia Domna, Basiano, que debe su sobrenombre a haber introducido en el Imperio esta prenda homónima (caracalla era un vestido) de origen galo en Roma.
15. Este espacio, que se levantó en solo cinco años, no tenía nada que ver con los spas actuales. Era más bien un centro donde pasar el día. Había biblioteca, gimnasio, piscina, una basílica...
16. Las termas de Caracalla sirvieron de cantera durante la Edad Media y el Renacimiento, de ahí que hoy solo quede una gran estructura para hacerse a la idea de lo que eran y de cuánta gente cabía en ellas.
17. También se puede ver el tamaño de la piscina (natatorium), de dimensiones olímpicas (50 metros de largo).
18. Un gimnasio romano no difiere demasiado de un gimnasio actual. Se hacían pesas, flexiones, estiramientos y también lucha grecorromana.
19. La historia de la dinastía de Julia Domna también está presente en el Foro, en concreto en el arco de Septimio Severo (su esposo). Lo mandó construir en memoria de sus victorias contra los partos.
20. Al contemplar este arco hay que saber leer entre líneas. Septimio Severo quiso que fuese en su memoria y en la de sus dos hijos, pero eso no es lo que se lee. La cuarta línea está corregida y solo se habla de un hijo, de Basiano.
21. “Esa corrección puede parecer de ahora, pero es de hace 1800 años y tras esa corrección hay una asesinato: el de Geta”, explica Posteguillo. “Caracalla lo que hizo fue eliminar a su hermano de la historia”.
Esa historia, la de Julia Domna, terminaría paradójicamente donde empezó: en el Circo Massimo. Julia Domna, cuyos restos fueron trasladados por su sobrino nieto al Castillo de Sant’Angelo, antes mausoleo de Adriano, fue elevada a diosa al morir.
   Castillo de Sant’Angelo

“Cuando un emperador augusto fallecía había dos caminos: o era maldito por el Senado, porque supuestamente había sido muy mal emperador como pasó con Cómodo o Domiciano, o era elevado a Dios en una ceremonia denominada Apoteosis. En el Circo Massimo se ponían los restos del emperador, a veces también una estatua, y se quemaba todo tras una ceremonia funeraria. Después e soltaba una gran águila. Ese águila que salía volando por encima de la pira funeraria simbolizaba el alma del emperador que ascendía al Olimpo transformado en Dios. Era para el emperador y algunas emperatrices como Julia”.
Los amaneceres de Roma son adictivos. Una vez más, pasear por las calles de la Ciudad Eterna; donde el arte inunda cada rincón y te dejas hipnotizar por la belleza de monumentos, resulta increíble.



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