Cada vez vemos más cerca la posibilidad de viajar a Europa sin tener que pasar por los papeleos, pagos y nervios que traen de sacar una visa. Esto significa que se va a abrir el paso hacia uno de los lugares más anhelados por cientos de viajeros, de todas las edades, que ya están haciendo planes para descubrir alguno de los 26 países de nuestro vecino del este.
Tome en cuenta nuestros consejos y diseñe el viaje a su gusto:
Tomado de: VIAJALA.COM
1. Escoja bien la temporada del viaje
Sin duda la temporada más completa para visitar Europa es el verano, entre mayo y septiembre, cuando se puede viajar ligero, hay espectáculos y muestras de arte en las plazas y parques, las horas de sol se extienden y uno puede encontrarse con personas de todo el mundo que están en el mismo plan.
Foto: Al mundo
Esto puede hacerla la temporada más cara en cuanto a pasajes, pero si busca con tiempo seguro encuentra opciones a muy buenos precios. La mayoría de estos vuelos hacen una o dos escalas, pero ni se sienten con la emoción de las vacaciones que se vienen. Además, durante el verano hay cientos de festivales alrededor del continente, la mayoría de música de diversos géneros que también convocan a otro tipo de artistas, Festicket, por ejemplo. Otro beneficio de esta temporada, tomando en cuenta lo costoso que puede resultar comer siempre en un restaurante, es que en muchas ocasiones puede preparar su comida con alimentos frescos, hacer un picnic en cualquier espacio verde que encuentre en el camino y seguir con su recorrido.
2. Compra tus pasajes con anticipación
Actualmente, esta es la mejor manera de encontrar buenos precios a la hora de trasladarse de un lugar a otro, ya sea en avión, tren o bus.
Foto: Cheap air tickets
Cada una de estas opciones tiene sus beneficios, que en el caso de las aerolíneas de bajo costo es poder llegar a su destino en corto tiempo a un valor que puede ser tan bajo como 30 euros el trayecto. Eso siempre y cuando lleve poco equipaje, que es uno de los beneficios de viajar en verano, ya que además de su bolso personal, tendrá que pagar por cada maleta que adicional. En Europa este tipo de empresas abundan. Por otro lado, si su sueño es viajar en tren y disfrutar del paisaje, también se encuentran muy buenas tarifas si realiza la compra con unos tres meses de anticipación. Otra de las ventajas de este medio de transporte es que las estaciones se encuentran en el centro de las ciudades, que seguramente será "su centro de operaciones".
3. Lleve euros, no dólares
Tenemos la costumbre de cambiar nuestra moneda nacional a dólares siempre que vamos a salir de viaje y luego en el destino realizar el cambio a otra, pero en esta ocasión lo mejor es llevar euros directamente desde de su país de origen.
La tasa de cambio siempre está variando, pero algo fijo desde ya hace algunos años es que el euro, al ser una moneda más fuerte, tiene un valor más alto que el dólar. Si compra primero una y luego la otra es muy probable que pierda en la transacción, y si lleva pesos u otra moneda de América a Europa, no le será fácil cambiarla a buen precio. Además, si piensa comprar con tarjeta de crédito, le cobrarán una tasa muy alta más los impuestos. Lo mejor es realizar este cambio directamente en su país, buscando la oficina de cambios que mejor pague y que sea confiable. Sea precavido, cambie un poco más de lo pensado en su presupuesto y no se preocupe si regresa del viaje con algunos euros de más, siempre podrá vendérselos a alguien que vaya a viajar.
4. Reserve su alojamiento con tiempo
A menos que en su equipaje la carpa y el sleeping sean los elementos más importantes, llegar a buscar hospedaje no es una buena idea.
Foto: Bed and Breakfast EU
La tendencia en viajes y turismo, incluso para mochileros, es reservar su alojamiento con anticipación y así obtener los mejores precios. Y es que ahora la mayoría de hoteles, hostales y B&B forman parte de los buscadores de hoteles y reservan sus mejores tarifas para las reservas online, ya que así garantizan la llegada del cliente y ambos se ven beneficiados. Lo importante en este caso es que revise los comentarios de otros viajeros, de manera que sepa qué esperar cuando llegue y no se lleve sorpresas. Además, revise las páginas web o de Facebook de los lugares para mayor seguridad.
5. Sea un experto del transporte público
La mayoría de países europeos cuentan con sistemas de transporte público muy organizados, conformados por metro y buses urbanos cuyas rutas se complementan, que pueden llegar a ser los mejores aliados durante su viaje.
Foto: Velvet Scape
Al principio puede ser un poco abrumador, con la cantidad de gente, líneas de metro y nombres de paradas impronunciables, así que lo mejor es que antes de aventurarse pida una pequeña inducción en su hotel o en las oficinas de turismo. Allí le darán mapas muy completos, consejos e indicaciones, para que en cuestión de días sea un experto. Lo que si debe saber es que, a diferencia de nuestra región, aquí solo se realizan paradas en estaciones establecidas y los horarios se cumplen casi a la perfección.
Un importante consejo: las tarifas de taxis son realmente altas, así que a menos de que tenga un buen presupuesto asignado para transporte, evítalos por completo. Y no se preocupe por su llegada al aeropuerto, siempre podrá tomar un metro desde allí hacia el centro de la ciudad.
6. Consigue entradas gratis a museos y centro culturales
El ingreso a este tipo de lugares, que para muchos son la razón principal de viajar Europa, puede resultar muy económico e incluso gratis si se buscan promociones o días de descuento.
Foto: Arquitectura Espectacular
Primero, haga una lista de los lugares que quiere visitar e ingrese a sus páginas web. Ahí podrá ver las tarifas y sus condiciones, como dos por uno en determinados días, los domingos gratis o descuentos con algunas tarjetas de crédito. Además, existen portales, artículos y guías de museos donde encontrará varios tips para aprovechar las mejores tarifas. Eso sí, en esos días debe prepararse para hacer largas filas ya que no será el único que siga estos consejos.
7. Visite restaurantes fuera de la zona turística
Sí, las zonas turísticas son preciosas, llenas de color y diversidad, de gastronomía del mundo y mucha alegría, justamente porque están hechas para que quiera quedarse allí y consumir sus productos, que suelen ser los más caros.
Foto: Food Crafters
La alimentación puede ser uno de los aspectos más costosos de un viaje a Europa, pero con algunos trucos puede abaratar costos y seguir disfrutando de su deliciosa gastronomía. Como ya lo mencionamos, uno de los planes más ricos en cualquier destino europeo es pasar unas horas en una plaza o parque, hacer un picnic con panes, quesos, embutidos o verduras en conserva (que puede encontrar en los mercados locales) y disfrutar de un merecido descanso. Aunque si prefiere sentarse y pedir algo más elaborado, será mejor que salga del perímetro donde todos vienen de otro lugar del mundo y disfrutar de la sazón cotidiana, que para un turista es completamente nueva. Otra buena opción es pedir los menús del día, en lugar de platos a la carta, que suelen costar mucho menos.
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