Las estaciones de trenes por lo general se encuentran en el centro de la ciudad, son accesibles por transporte público y no requiere que hagas check-in o pasar controles de seguridad. Llegas, encuentras la plataforma de tu tren, ubicas tu vagón, te subes y listo.
¿Qué es lo que no puede gustarnos de viajar? Amplía nuestros horizontes, nos conecta con personas de todas partes del mundo y puede dejarnos en un estado de asombro. Además de eso, si viajas en tren ayudas a cuidar el medio ambiente, ¡porque viajar en tren es muy ecológico!
OTRAS VENTAJAS:
#1 – Tiempo
El tren es por mucho uno de los medios de transportes más eficiente que existen. A comparación de los autos, dónde fácilmente puedes quedarte atrapado en el tráfico de una gran ciudad, con el tren no sucede esto.
Una opción atractiva para viajar por Europa son los vuelos de “bajo costo” pero un vuelo qué es de una hora en realidad se convierte en uno de 4 o 5 horas.
Tienes que llegar 2 horas para hacer check in y pasar seguridad, al aterrizar te tomará una hora en recoger tu maleta, encontrar la salida y la forma de trasladarte del aeropuerto a la ciudad, ya que generalmente los aeropuertos se encuentran a las afueras o si no es que en otra ciudad. Esto considerando que no tengas retrasos.
Realmente los vuelos no son la mejor opción en distancias cortas. (El tema del costo lo abordo en el artículo “Conviene viajar en tren, autobús o avión por Europa.”)
Las estaciones de trenes por lo general se encuentran en el centro de la ciudad, son accesibles por transporte público y no requiere que hagas check-in o pasar controles de seguridad. Llegas, encuentras la plataforma de tu tren, ubicas tu vagón, te subes y listo.
#2 -Ver más ciudades
Los aviones te llevan de punto A a punto B sin paradas intermedias, con los trenes podrás hacer las combinaciones que desees o encontrar algún tren directo para mayor rapidez.
La primera vez que viajé a Venecia fue una visita de tan sólo medio día, iba de Florencia a Milán pero decidí hacer una desviación en Venecia. Tomé el tren muy temprano por la mañana, dejé mi mochila en los lockers de la estación de tren Santa Lucia en Venecia, salí a recorrer la ciudad durante el día y abordé una vez más el tren para mi siguiente destino en la tarde-noche.
Este tipo de viajes son posibles si decides comprar el pase de tren para viajar por Europa, Eurail o Interrail.
#3 – Comodidad y relajación.
Tengo una relación de amor y odio con las aerolíneas de bajo costo, es cierto que son relativamente económicas en comparación de sus competidores tradicionales, por lo tanto no me puedo quejar o exigir comodidades en un vuelo de este estilo. Estoy consciente que venderán todo durante el vuelo (comida, abordar primero, mejores asientos, billetes de lotería, etc) y generalmente me prohibirán llevar mi comida abordo.
Por si fuera poco, el tamaño de los asientos están diseñados para personas que miden de altura 1.50 metros o menos; si eres más alto que esto prepárate para un vuelo muy incómodo.
Si obligarán a los directores generales de estas aerolíneas hacer un vuelo de más de 2 horas en uno de sus aviones creo que muchas cosas cambiarían.
Pero es un modelo de negocio que necesita ser rentable ofreciendo traslados baratos, lo entiendo y no me puedo quejar (aunque lo acabo de hacer en los párrafos anteriores).
En los trenes de Europa no sucede esto. Los asientos son amplios y si lo necesitas puedes pararte a caminar por el tren.
En trayectos largos el tren cuenta con un vagón restaurante pero puedes traer tu comida abordo sin problema.
#4 – Maravillosos paisajes .
Me encanta perderme en mis pensamientos mientras miro por las ventajas del transporte que estoy usando, avión, autobús, tren o auto. Todos ofrecen diferentes paisajes pero si tuviera que elegir entonces el tren sería el ganador indiscutible.
Ver el horizonte por la ventana de un avión es un espectáculo único, pero después de ver pasar y contar mentalmente la nube #1452252 comenzarás a necesitar otro tipo de estimulo para mantenerte ocupado. El tren es justamente esto.
Podrás pasar debajo de montañas, a un lado del mar, atravesar ríos, lagos, sembradíos, centro de pueblos pequeños y pintorescos y un sin fin más de paisajes únicos y cambiantes.
Si quieres hacer tu viaje inolvidable entonces ésta es quizás una de las mayores ventajas de viajar en tren por Europa.
#5 – Más ecológico
El tren es, después de la bicicleta, el medio de transporte más amigable que existe con el medio ambiente, permite transportar grandes cantidad de personas en distancias muy grandes por una cantidad pequeña de energía.
#6 – Soluciones sencillas para retrasos y cancelaciones.
Una gran ventaja de viajar en tren por Europa es la cantidad impresionante de trayectos que tiene cada ruta.
Si pierdes un tren o una conexión tan sólo es cuestión de reservar un asiento para el siguiente destino, si tienes un pase de Eurail quizás ni siquiera tengas que reservar un asiento tan sólo encontrar el siguiente tren disponible y subirte.
Cuándo viajo en avión soy extra precavido en cuestión de tiempos y trasbordos pues una de las cosas más molestas de volar es la posibilidad de perder el vuelo.
Si el tren en el que vas se retrasa entonces tan sólo pides que te endosen tu billete para el siguiente tren y listo, el cuál probablemente saldrá en una hora o dos. En los aviones, es otra historia.
#7 – Conocer personas.
La diferencia entre un buen viaje y uno espectacular son las personas que forman parte de él.
He visto cientos de paisajes, edificios, monumentos, museos, obras de arte, etc., durante todos mis viajes y difícilmente me acuerdo de ellos, incluso llega un punto en dónde las cosas pierden el asombro y se vuelven repetitivas.
Las personas jamás.
Cada nueva persona que conozco, independientemente del país que sea, tiene una historia única y espectacular que compartir, todo es cuestión de abrirte a la posibilidad de escuchar.
El tren te ofrece esto, te forzará en cierta forma a interactuar con otras personas ya que en la mayoría de los trenes los asientos de los vagones te pondrán cara a cara con un desconocido.
Un tren tiene el espacio suficiente entre los asientos para aislarte si lo deseas o dejarte iniciar una conversación sin parecer entrometido.
Los aviones por lo contrario son lugares estresantes, todo mundo estaba impaciente por subirse y mucho más impacientes por bajar. Los asientos son lugares diminutos en dónde se llega a perder la noción del espacio personal y cualquier conversación, por inocente que sea, puede tornarse incómoda en cuestión de segundos.
He iniciado conversaciones en los trenes con completos desconocidos al compartir un poco de comida que llevé abordo, haciendo comentarios sobre los paisajes que vez por la ventana o compartiendo historias de viajes al observar el desgaste de la maleta o mochila de tu compañero de a lado.
Esto sólo sucede si deseas viajar en tren por Europa.
«... el viaje en tren, con su amplio tiempo y espacio reducido, reanima la curiosidad atrofiada sobre los detalles. Empezarás a poner más atención en lo que yace a tu alrededor, a lo que se asoma por la ventana. En un avión pronto aprendes a no mirar, a no escuchar: las personas que conoces, las conversaciones que tienes, son siempre iguales. Después de treinta años de volar no recuerdo ninguna. En los trenes, al menos en los de Asia, las cosas son diferentes: compartes tus días, tus comidas y tu aburrimiento con las personas que de forma contraria nunca hubieras conocido, y de alguna forma permanecen inolvidables». Tiziano Terzani
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